Hecho a mano de principio a fin, utilizando técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación.
Se pueden necesitar hasta dos semanas para fabricar un artículo y en el proceso pueden participar hasta ocho personas.
Absorbiendo energía de cada una, las piezas cobran vida.
Siendo la naturaleza su principal fuente de inspiración, trabajan principalmente con metales como
Plata, Cobre, Tumbaga y Oro.
Cristina Romo y Eduardo Herrera
Cristina pertenece a la tercera generación de una familia de diseñadores. Desde niña, encontró en el dibujo su primer lenguaje creativo y desarrolló una profunda conexión con la platería. Hoy, su inspiración surge de escenas y elementos de la naturaleza, que cobran vida en cada una de sus piezas.
Eduardo, arquitecto y diseñador, descubrió su pasión por los metales en 2011, cuando se mudó a Taxco. Allí, el oficio lo llevó a crear su propio taller y estudio, donde fusiona la arquitectura y la naturaleza en diseños que reimaginan las formas y texturas del mundo que lo rodea.